ACUERDO REGIONAL DE COOPERACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA NUCLEARES EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Seguridad Alimentaria

La  región  de  América  Latina  y  el  Caribe posee  una  de  las  mayores  reservas  de  tierra  con potencial agrícola del mundo (700 millones de hectáreas), lo que unido a la alta diversidad biológica que posee, hace de ella un baluarte de la seguridad alimentaria mundial.

Se espera que  en  el  2050  la  región  satisfaga  más  del  60%  de  la  demanda  mundial  de  alimentos.  El posicionamiento  de  la  actividad  agropecuaria  como  gran  proveedor  de  alimentos  impone desafíos  cruciales,  no  sólo  para  elevar  la  eficiencia  de  los  procesos  de  producción,  sino también  para  impedir  el  deterioro  de  los  recursos  ambientales.  De  ahí  la  urgencia  de desarrollar  tecnologías  que  permitan  la  producción  creciente  y  sostenible  de  alimentos agrícolas,  pecuarios  e  ictícolas  en  la  región.

Las  técnicas  nucleares  han  demostrado  su efectividad  y pueden contribuir a elevar  la eficiencia de  la  fertilización, el uso del agua,  la fijación biológica de nitrógeno, el mejoramiento de plantas y animales, el control de plagas y enfermedades  y  el  control  de  la  calidad  de  los  alimentos.  Por  eso,  se  espera  que  la implementación del PER en el sector de la Seguridad Alimentaria contribuya a optimizar la eficiencia de los sistemas de producción de la región, a través de la ejecución de proyectos relacionados con las seis necesidades/problemas identificados para el sector. Las necesidades/problemas identificados y priorizados en el sector son:

 

  1. Mejoramiento de prácticas de manejo de agua y suelos agrícolas mediante el uso adecuado  de  agroquímicos,  fertilizantes,  agua  y  microorganismos  para  fijación biológica de nitrógeno.
  2. Uso de tecnologías de mejoramiento de animales y plantas de reconocida importancia económica,  y  apoyo  a  iniciativas  para  mejorar  el  rendimiento/producción  y  el potencial comercial de plantas y animales de la biodiversidad regional.
  3. Ocurrencia  de  enfermedades  de  carácter  transfronterizo  en  animales,  incluyendo aquellas que tienen repercusiones zoonóticas.
  4. Disponibilidad de alimentos de origen animal (incluyendo los productos derivados de la acuicultura) y vegetal que cumplan con los estándares de calidad e inocuidad.
  5. Daño causado por las plagas en alimentos animales y vegetales.
  6. Apoyar iniciativas para el desarrollo de la acuicultura en la región.