ACUERDO REGIONAL DE COOPERACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA NUCLEARES EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Créditos: Instituto Tecnológico de Sonora, México.

En 2016, 18 países de la región se unieron para desarrollar nuevas variedades de cultivos que podrían impulsar la producción de alimentos y mejorar así la seguridad alimentaria en Latinoamérica.

De esta forma nació el proyecto denominado ‘Aumento del rendimiento y del potencial comercial de los cultivos de importancia económica’ (RLA/5/068), en el marco del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL), con apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Hoy, la iniciativa sigue dando frutos, a través del libro titulado “Inducción de Mutaciones: Estado del Conocimiento en el Mejoramiento de Plantas en América Latina y el Caribe”, coordinado por el Dr. Sergio de los Santos, Profesor Investigador del Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON) de México, que incluye las contribuciones de investigadores/as de reconocidas instituciones de Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay y Perú. Todos ellos, contrapartes del proyecto ARCAL, se dieron cita en el lanzamiento del manuscrito, junto a autoridades académicas y del sector agricultura.

La obra contiene diez capítulos, uno por cada país que contribuyó a la investigación, haciendo referencia al mejoramiento genético y a las diversas metodologías aplicadas en cultivos de importancia económica y alimentaria en la Región, con miras a una producción sostenible. Cabe destacar que esta publicación ya está disponible para su descarta gratuita en versión digital aquí.

“Se proyecta que la producción de alimentos se verá duplicada al 2050 para satisfacer la demanda de una creciente población. El mejoramiento genético es clave para garantizar la seguridad alimentaria global, al permitir incrementar rendimiento, calidad nutricional, resistencia a plagas y enfermedades, y tolerancia a condiciones climáticas adversas”, señaló el investigador Sergio de Los Santos.

Inducción de mutaciones, una técnica nuclear que hace la diferencia

Como contexto, el proyecto surgió de la necesidad que hay en la región de solucionar el déficit en la producción de alimentos, cuyas consecuencias agravan la pobreza y desnutrición, principalmente en el área rural. A ello se suman los efectos del cambio climático y el crecimiento de la población.

En respuesta, el Programa de Cooperación Técnica, con apoyo de la División conjunta OIEA/FAO, apoya a los Estados Miembros, mediante la transferencia de conocimientos especializados y capacidades técnicas en el mejoramiento de plantas, junto a la adopción de mejores prácticas agrícolas en la gestión del suelo y el agua, con el objetivo de intensificar la producción de cultivos y preservar los recursos naturales.

En el lanzamiento participó Raúl Ramírez, jefe de Sección de la División de América Latina y el Caribe del OIEA, quien señaló que “el programa de cooperación técnica es la plataforma que une esfuerzos y suma resultados como los que están siendo recopilados en esta obra, que estoy seguro tendrá un gran impacto en la comunidad académica y en las instituciones técnicas”.

Ramírez destacó los avances del proyecto: “los países de la región han desarrollado líneas mutantes de cultivos que están siendo probadas en invernaderos y en campo. Luego, las líneas mutantes avanzadas que cumplan con el rasgo genético deseado y mejorado serán sujetas al licenciamiento nacional y una vez autorizadas oficialmente, las variantes estarán listas para ser ampliamente utilizadas por agricultores y productores. Es justamente esta etapa extensionista a donde queremos llegar para contribuir a la producción de alimentos para el consumo local, regional e internacional”.

Entre las plantas seleccionadas, destacan cultivos para la exportación y granos básicos, como maíz, frijol, trigo y arroz. Estos últimos considerados alimentos imprescindibles en la dieta diaria latinoamericana por su contenido y aporte de nutrientes. Hoy, el 80% de la dieta mundial consiste en granos. Y el mayor productor mundial de granos es el continente americano. “Es por eso que la región juega y jugará un rol clave en el aumento de la producción de alimentos en el mundo”, concluyó Ramírez.