ACUERDO REGIONAL DE COOPERACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA NUCLEARES EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

En América Latina y el Caribe se desarrolla un alto flujo de comercio transfronterizo de animales y productos que reporta claros beneficios para los países de la región; no obstante, también implica riesgos, dada la posible transmisión de algunas enfermedades animales, como la influenza aviar, enfermedad de Newcastle, peste porcina clásica y africana, y brucelosis.

Las enfermedades animales transfronterizas tienen el potencial de propagarse rápidamente, a pesar de las fronteras nacionales, desencadenando graves efectos para la economía, la seguridad alimentaria, la salud animal y la salud pública.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en 2020, 260 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria moderada o grave en la región. En tanto, un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), indica que cerca del 60% de las enfermedades infecciosas en humanos y el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes son zoonóticas, es decir, se transmiten de animales a humanos.

En ese contexto, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a través del Acuerdo Regional ARCAL, dio inicio al proyecto regional de cooperación técnica RLA5085 “Fortalecimiento de la capacidad de los laboratorios oficiales para monitorizar brotes de enfermedades animales y zoonóticas prioritarias y responder a ellos (ARCAL CLXXIV)” que reúne a laboratorios oficiales y a autoridades nacionales de Argentina, Belice, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

“Estos números arrojan luz sobre la importancia de este proyecto y nos impulsan a tomar acciones inmediatas para contar con las capacidades y las herramientas, no solo para monitorear posibles brotes de enfermedades animales y zoonóticas, sino que además para tomar las medidas y los resguardos necesarios para velar por la seguridad alimentaria y por la salud de todos quienes habitamos la región. Ese es nuestro compromiso y nuestra motivación”, señaló Gabriela Hernández, jefa de Unidad Microbiología del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) de Costa Rica, quien además actúa como contraparte líder de este proyecto.

Diagnóstico regional

Numerosos laboratorios públicos de la región realizan diagnóstico, vigilancia epidemiológica y notificación de las enfermedades animales que representan un riesgo para la salud pública y animal. No obstante, existen brechas que requieren atención, como la falta de armonización de sus metodologías de diagnóstico, su limitada capacidad para procesar un gran volumen de muestras durante los brotes y limitaciones para cumplir con estándares internacionales de calidad.

En el marco del proyecto RLA5085 se desarrollarán actividades que contribuirán a fortalecer las metodologías de diagnóstico a nivel nacional y regional; a coordinar la capacitación de los laboratorios para establecer protocolos y planes de validación que aseguren la efectividad de las pruebas de diagnóstico; a establecer un mejor plan de respuesta a emergencias; y a contar con personal de laboratorio capacitado en la caracterización genética de cinco patógenos, que incluyen la influenza aviar, enfermedad de Newcastle, peste porcina clásica y africana, y brucelosis.

De esta forma, el OIEA jugará un papel crucial en la provisión de recursos y la transferencia de conocimientos a través de cursos regionales de capacitación; misiones de expertos; y adquisiciones específicas.

Esta cooperación regional permitirá una mejor integración, el establecimiento y optimización de los protocolos de validación de ensayos y la armonización de las metodologías de laboratorio. Además, implicará acceso a equipos de última generación; la experiencia técnica y profesional y acceso a material de referencia; participación en pruebas interlaboratorio; canales de análisis de datos unificados; y a la discusión sobre estrategias para lograr la acreditación de ensayos.

“Los proyectos de cooperación técnica del OIEA proporcionan conocimientos especializados en ámbitos en que las técnicas nucleares ofrecen ventajas sobre otros enfoques, o en que pueden ser un complemento útil a los medios convencionales. La cooperación en el marco de este nuevo proyecto abre un foro para el intercambio de experticia y experiencias a nivel regional, establece sinergias con iniciativas ya existentes en la región y está encaminada a la creación de redes y el fortalecimiento de las capacidades técnicas en los países necesarias para poder afrontar los retos en la respuesta a brotes de las enfermedades animales transfronterizas de manera conjunta”, afirmó Nicola Schloegl, Oficial de Gestión de Programa.

Experiencias internacionales

Cabe destacar diversas iniciativas desarrolladas a nivel mundial para atender estas preocupaciones por brotes de enfermedades. Una de ellas es “Una Salud”, lanzada por el Organismo Mundial de la Salud (OMS), bajo un enfoque transversal, que reúne la salud humana, animal y ambiental, para llevar a cabo programas, políticas, legislación e investigación en los que diferentes sectores trabajan para lograr mejores resultados de salud pública.

Por su parte, el OIEA puso en marcha en 2020 una iniciativa que busca fortalecer la preparación mundial ante futuras pandemias, como la provocada por COVID-19. El proyecto, denominado ZODIAC (que significa Medidas Integradas contra las Enfermedades Zoonóticas en español), se basa en la experiencia del OIEA de ayudar a los países a utilizar técnicas nucleares y de base nuclear para detectar con rapidez los agentes patógenos causantes de enfermedades transfronterizas de los animales, entre otras, las que se transmiten a las personas.

En esa línea, se creó una red mundial para ayudar a los laboratorios nacionales en la supervisión, la vigilancia, la detección temprana y el control de enfermedades animales y zoonóticas como la fiebre aftosa, la influenza aviar, la peste porcina africana, ébola, zika, COVID-19 entre otras.

La red mundial iVetNet es una plataforma de información administrada y mantenida por el OIEA, en cooperación con la FAO, para recopilar, difundir y armonizar técnicas de laboratorio para la detección y caracterización de patógenos animales y zoonóticos. iVetNet fue lanzada en 2021 y ya cuenta con 832 laboratorios de todo el mundo, ofreciendo a sus usuarios acceso a información y procedimientos validados y verificados para la detección y caracterización de patógenos.

Las técnicas nucleares e isotópicas

Las tecnologías nucleares y otras tecnologías conexas y derivadas inmunológicas y moleculares desempeñan un papel importante y, a menudo, extraordinario, en la gestión zoosanitaria. Son fáciles de utilizar, rápidas, sensibles, específicas y robustas, y pueden ofrecer ventajas considerables con relación a otros métodos. Ello incluye el uso en el punto de atención, que respalda los esfuerzos de las autoridades veterinarias, los servicios de divulgación agrícola y los ganaderos para controlar y erradicar las enfermedades que tienen efectos negativos en la productividad y la salud de los animales.

Las relaciones de isótopos estables constituyen un medio de rastrear los movimientos de los animales, lo que permite evaluar con más eficacia el riesgo de transmisión de enfermedades. La exposición de patógenos a dosis controladas de radiación gamma posibilita el desarrollo de vacunas atenuadas que contienen patógenos metabólicamente activos que no se replican, capaces de propiciar una respuesta inmunológica potente y activar la memoria inmunitaria, en especial en el caso de enfermedades parasitarias, causantes de pérdidas sustanciales de producción en todo el mundo. En relación con las técnicas conexas nucleares, estas permiten el diagnóstico específico de enfermedades animales por medio del uso de técnicas moleculares como PCR y secuenciación y técnicas serológicas en las que se usan controles de referencia irradiados, por ejemplo.

“El proyecto RLA5085 del OIEA apoyará a los países miembros participantes con entrenamientos especializados dando también soporte técnico a sus laboratorios, con la finalidad de propiciar una detección precoz y temprana de enfermedades animales y zoonóticas como la influenza aviar, enfermedad de Newcastle, peste porcina clásica, peste porcina africana, y brucelosis. En este marco, nuestro interés es motivar a la región a estrechar sus vínculos respecto a actividades acordes con el control de la salud animal. Nuestro objetivo es lograr que cada uno de los laboratorios participantes fortalezca sus técnicas de diagnóstico, considerando estándares de calidad internacionales y compartan sus experiencias de éxitos con otros laboratorios de la región, fortaleciendo la región al unísono”, afirmó Carla Bravo de Rueda, Oficial Técnico de Salud Animal.