ACUERDO REGIONAL DE COOPERACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA NUCLEARES EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Como parte de las actividades conmemorativas por el 35 Aniversario del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y El Caribe (ARCAL), el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) organizó en la ciudad de Lima dos Jornadas Científicas en las cuales se presentaron los resultados y logros de los proyectos ARCAL de mayor impacto en el Perú.

Las Jornadas Científicas realizadas los días 1 y 2 de agosto de 2019 contaron con la participación de más de 230 profesionales, investigadores, estudiantes, miembros de la comunidad científica y tomadores de decisiones de diversas instituciones nacionales, quienes pudieron conocer de qué manera el Acuerdo ARCAL ha creado un importante mecanismo de cooperación horizontal entre los países de América Latina y El Caribe para el uso seguro y pacífico de la ciencia y tecnología nucleares en la solución de problemas comunes en la región.

“En los últimos 35 años el Perú ha participado en más de 110 proyectos regionales ARCAL, a través de los cuales nuestro país y la región han podido fortalecer las capacidades de sus recursos humanos, recibir asistencia técnica y donación de equipamiento, y compartir conocimientos y experiencias en diferentes áreas”, señaló la Sra. Susana Gonzáles, Coordinadora Nacional de ARCAL del Perú, durante la sesión inaugural del evento en la que también se guardó un minuto de silencio en memoria del Sr. Yukiya Amano, Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), quien falleció el mes pasado.

En el área de salud humana, el Acuerdo ARCAL ha permitido establecer y consolidar en el Perú el primer banco de tejidos y cultivo de piel en el Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja. Este banco brinda tratamiento médico a aproximadamente 5000 pacientes al año con apósitos e injertos de tejidos irradiados que sirven para tratar principalmente heridas severas producidas por quemaduras o traumas, ofreciendo a los pacientes no sólo la posibilidad de sobrevivir sino de recuperarse totalmente.

El apoyo de ARCAL ha sido también determinante en el fortalecimiento de la medicina nuclear y la radioterapia en el Perú. En este último campo, la cooperación recibida se ha centrado principalmente en la capacitación de equipos multidisciplinarios conformados por radio-oncólogos, físicos médicos, dosimetristas y tecnólogos. La aparición de nuevas y modernas técnicas de tratamiento y la amplia variedad de equipos que cambian de forma dinámica plantean la necesidad constante de entrenamiento y actualización de conocimientos.

“Con el trabajo correcto, la adquisición de tecnología adecuada y la capacitación del recurso humano multidisciplinario vamos a poder multiplicar la capacidad de atención de los pacientes, lo cual exige además un mayor compromiso en la adopción de programas de garantía de calidad”, señaló durante su ponencia el Dr. Gustavo Sarria, Sub Jefe Institucional del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN). “Por eso es tan importante la contribución que los proyectos ARCAL brindan en el tema de capacitación del recurso humano, explotando tanto las capacidades nacionales como trayendo experiencias internacionales”, subrayó.

Estos aportes y otros logros como la producción de radiofármacos para diagnóstico y terapia bajo condiciones de Buenas Prácticas de Manufactura, fueron presentados durante la primera Jornada Científica, realizada en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins.

La segunda Jornada estuvo dirigida al sector agrícola y permitió mostrar a los participantes congregados en las instalaciones del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), de qué manera los proyectos ARCAL han contribuido en el campo de la seguridad alimentaria y la agricultura.

Durante su intervención de apertura, la Dra. Susana Petrick, Presidente del IPEN, hizo énfasis en el papel que juega la ciencia y tecnología nucleares para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible establecido por las Naciones Unidas relativo a combatir el hambre y la malnutrición para el año 2030. “Aplicando tecnología nuclear se puede mejorar los cultivos, obtener plantas con mejores características y alimentos que sean más nutritivos” señaló.

Empleando métodos de mejoramiento de selección, hibridación e inducción de mutaciones, el Programa de Cereales y Granos Nativos de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) ha logrado desarrollar variedades de cebada, trigo, avena, amaranto, quinua y kiwicha con un alto potencial de rendimiento y buena calidad alimenticia, contribuyendo así a disminuir los niveles de desnutrición en el Perú y aumentando la productividad y los ingresos de los agricultores.

Los proyectos ARCAL también han creado y fortalecido las capacidades nacionales para el control de contaminantes en alimentos utilizando técnicas nucleares. El Perú también ha reforzado sus capacidades en la vigilancia y control de pestes mediante el uso de la Técnica del Insecto Estéril (TIE) que permitió erradicar con éxito la mosca de la fruta en algunas zonas de nuestro país. La TIE es uno de los métodos de control de plagas de insectos más respetuosos con el medio ambiente. “No existe técnica más amigable, más saludable con el medio ambiente” señaló el Ing. Pedro Molina, Jefe Nacional del SENASA, agradeciendo el apoyo permanente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y en especial de ARCAL, el cual ha permitido contar con alimentos más sanos e inocuos, que estén disponibles para los consumidores nacionales y que pueden llegar a más mercados internacionales repercutiendo en la mejora de nuestra economía. SENASA ha liderado exitosamente diferentes proyectos ARCAL en el área de la seguridad alimentaria.

Para cerrar esta segunda Jornada Científica se presentaron las bondades de la tecnología de irradiación en la agroindustria como tratamiento sanitario, fitosanitario y para conservación de los alimentos.

Sin duda alguna, en sus más de tres décadas el Acuerdo ARCAL ha cumplido un papel clave en el uso de la ciencia y tecnología nucleares para mejorar la salud, la alimentación y la calidad de vida de los peruanos.