ACUERDO REGIONAL DE COOPERACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA NUCLEARES EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Ponentes de ocho países latinoamericanos y más de 140 asistentes a nivel regional, se dieron cita, del 2 al 6 de agosto de 2021, en el 1er Encuentro Latinoamericano de Investigadores y 7mo Curso-Taller sobre Uso de la Mutagénesis en Fitomejoramiento. El evento virtual contó con auspicio del Colegio de Postgraduados (CP), Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero (CSAEGRO) e Instituto Tecnológico Superior de Los Reyes (ITSLR).

En la inauguración participaron el Dr. Javier Suárez Espinoza, Director del Campus Montecillo del CP; el Dr. Régulo Jiménez Guillén, Director del CSAEGRO; M e A. Javier López Neri, Director del ITSLR; y la Dra. Verónica Badillo Almaraz, Directora de Investigación Científica del ININ y Coordinadora Nacional del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL), quien realizó la declaratoria inaugural.

Investigadores de México, Cuba, Ecuador, Paraguay, Chile, Argentina, Costa Rica y Colombia presentaron los principios metodológicos, avances en investigación, variedades y tendencias futuras del uso de mutagénesis en fitomejoramiento. Además, se abordaron los principios fundamentales de la mutagénesis a nivel cromosómico, la situación actual de la mutagénesis en la región, así como su aplicación en cereales, cultivos nativos, soya, arroz, trigo, solanáceas, girasol, especies forestales, cultivos tropicales, papa criolla, cítricos, zarzamora y vainilla, entre otros.

También se expuso de la aplicación de técnicas nucleares para afrontar el cambio climático, efecto hormético de las radiaciones, mutagénesis asistida por marcadores moleculares, mutagénesis y seguridad alimentaria, variación somaclonal, mutagénesis y biotecnología, mutagénesis dirigida mediante la técnica de edición genética CRISPR CAS-9, proceso de obtención y registro oficial de variedades generadas por mutagénesis, y aplicación de la Técnica del Insecto Estéril para el combate de plagas en la región.

También se presentaron 28 ponencias y ocho carteles de diversas investigaciones apoyadas por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a través de contratos de investigación y proyectos nacionales y regionales, destacando los proyectos ARCAL “Mejoramiento de Prácticas de Fertilización en Cultivos de Importancia Regional Mediante el Uso de Genotipos Eficientes en la Utilización de Macronutrientes y Bacterias Promotoras del Crecimiento de Plantas” (RLA5/078) y “Mejoramiento del rendimiento y potencial comercial de cultivos de importancia económica” (RLA 5/068), que aportan a la generación de nuevas variedades que favorecen la seguridad alimentaria de la región.

Por otra parte, cabe destacar que concurrieron asistentes de Argentina, Bolivia, Cuba, Costa Rica, Chile, Ecuador, México, Perú, Paraguay y Venezuela, en representación de seis institutos y centros de investigación, 13 universidades, tres ministerios de agricultura y entidades gubernamentales, y cinco empresas particulares de América Latina y el Caribe. Del perfil académico de los asistentes, 15% correspondieron a doctorado, 35% a maestría y 50% a Licenciatura.

Además de los conocimientos y experiencias compartidos, el encuentro permitió establecer vínculos de colaboración (Figura 6), con miras a avanzar en investigaciones que permitan obtener mejores variedades para contribuir a aumentar la productividad de manera amigable con el ambiente, y coadyuvar a la seguridad alimentaria de la región.

En ese contexto, se destacó que en México, la variedad de Soya Nainari, obtenida por mutagénesis, fue sembrada en 60 mil hectáreas en 2016, constituyendo el 21% de la superficie nacional ese año. Por otra parte, en Argentina, hace 30 años, las variedades de arroz sembradas procedían del extranjero; hoy el 40% de ellas son de origen nacional e, incluso, varias se han obtenido por mutagénesis.

Latinoamérica posee amplios recursos fitogenéticos y métodos de cultivo tradicional que pueden ser aprovechados y mejorados mediante técnicas nucleares. Destaca la contribución de Perú al desarrollo de la agricultura en el altiplano, mediante la variedad mutante de cebada Centenario II, que aporta ingresos por 32 millones de dólares a productores de escasos recursos de Los Andes. También es clave al aporte de la variedad de amaranto Centenario, cultivada en el 47% de la superficie de la región andina (OIEA, 2018).

Por su parte, en México existe una variedad de arroz que se cultiva en el estado de Morelos, cuya calidad y características culinarias, le han hecho acreedor a la denominación de origen (Tolentino y Tenorio, 2017). Mediante la aplicación de mutagénesis radioinducida, se han obtenido las variedades Morelos A-2010 y Morelos A-2016, de alta productividad, con resistencia a enfermedades y para siembra directa en condiciones de baja disponibilidad de agua. Estas variedades, aunque cultivadas en una zona reducida, dada la denominación de origen, contribuyen a la producción regional, caracterizada por la aplicación de bajos insumos (Salcedo y Barrios, 2012: Barrios et al., 2018).

Esfuerzos similares de aprovechamiento de germoplasma nativo se hacen en Paraguay, con foco en el mejoramiento de estevia (Stevia rebaudiana); en El Salvador, para el mejoramiento de Chipilín (Crotolaria longirostrata); y en Colombia, para el mejoramiento de papa criolla (Solanum puerha). En Cuba, la mutagénesis radioinducida contribuye a la producción primaria a través de variedades de tomate, soya y flor de Jamaica, entre otras.

Estos ejemplos y los avances presentados hacen evidente que, si bien el impacto de la mutagénesis en fitomejoramiento es significativo, aún tiene potencial para contribuir al desarrollo de una agricultura productiva y sustentable en América Latina y el Caribe.

Por: Sr Eulogio de la Cruz Torres